Ruta

Con salida desde Boston hemos recorrido buena parte de Nueva Inglaterra, visitando los estados de Massachusetts, Vermont, New Hampshire y Maine. También visitamos el estado de Nueva York que no pertenece a esta región.

Quitando la ciudad de Boston, y alguna otra población, principalmente ha sido viaje de naturaleza, donde hemos visto cascadas, carreteras panorámicas, puentes cubiertos, montañas, faros; sin duda lo mejor de Estados Unidos son sus paisajes.

Prácticamente cambiamos casi todos los días de hotel y en 13 noches que estuvimos, solo repetimos hotel 3 noches. Han sido bastantes horas en el coche, pero nos ha merecido la pena; en total 3.300 kilómetros.

Este viaje lo realizamos 6 personas, en esta ocasión nos acompañaron, Luis y Lourdes (con los que fuimos a Orlando y China), Santi (que nos acompañó en China y Bálticas) y Quico, hijo de Lourdes, que vive en Madrid, y que se estrena viajando con nosotros.

Fechas: 3 al 16 de septiembre de 2013.

Ruta:
Día 1: escala en Zurich y llegada a Boston.
Día 2: en Boston ruta histórica Freedom Trail y partido de béisbol de los Red Sox.
Día 3: ruta hasta el estado de Nueva York, visitando Ithaca.
Día 4: cascadas Watkins Glen y museo de la aviación Glenn Curtiss.
Día 5: puentes cubiertos por los alrededores de Bennington y Mount Equinox.
Día 6: carretera panorámica Kancamagus.
Día 7: cementerios militares en Augusta y ruta en coche por Acadia National Park.
Día 8: ruta en coche por Acadia National Park.
Día 9: ruta de faros por la costa de Maine, hasta Cape Elizabeth.
Día 10: ruta hasta el estado de Massachusetts y compras en outlet.
Día 11: museo Old Sturbridge Village y Basketball Hall of Fame.
Día 12: parque de atracciones Six Flags New England.
Día 13: en Boston visita Biblioteca JFK y paseo en Boston Ducks
Días 14 y 15: paseo por Beacon Hill y vuelta a casa.

Bajo se puede ver una ruta aproximada de todo el viaje.


Datos de interés

ESTA

Es el nombre por el que se conoce al Sistema Electrónico de Autorización de Viaje a Estados Unidos (en inglés, Electronic System for Travel Authorization). Se solicita por internet rellenando un pequeño formulario, tiene un coste de 14 $ y una validez de dos años (siempre y cuando el pasaporte la tenga también para dos años). Tardan un par de días en dar la autorización, que puedes ir comprobando entrando en la página, para ver el estado.


HUSO HORARIO

La zona de la Costa Este, pertenece a la zona horaria Eastern Standard Time (EST), que en esta época del año supone una diferencia con España de -6 horas.

MONEDA

Cambiamos pocos €/$, ya que allí el pago con tarjeta es de lo más normal, tan solo cambiamos para tener metálico para pequeñas compras y algunas entradas. Cuando cambiamos el dinero y durante el viaje, el cambio aproximadamente fue 1 € = 1’32 $.
ENCHUFES

Los enchufes de Estados Unidos son los conocidos de dos puntas planas, así que hay que llevarse un adaptador de enchufe. No tienen nuestro voltaje, pero los aparatos electrónicos que usamos en España hoy en día, están ya adaptados para ambos voltajes y no hay ningún problema. En esta era de la tecnología, puede ser interesante llevarse una regleta, y así solo necesitas un adaptador.


CLIMA

Aunque hemos recorrido varias y diferentes zonas, la mayoría de días las temperaturas han oscilado entre 25º de máxima y los 15º de mínima. Nos hemos encontrado con algún día cerca de los 30º y de mínima cerca de los 10º. En Bar Harbor, al subir a Cadillac Mountain, pasamos bastante frío, ya que hacía bastante viento.

TRANSPORTE

Solo hemos utilizado el metro de Boston. Sus estaciones son muy antiguas y tiene un sistema que a nosotros nos confundía un poco. Muchos andenes no se comunican una dirección con otra, es decir, que si vas en una dirección entras por una puerta y si vas en otra dirección tienes otra puerta. La primera vez que nos subimos acertamos de casualidad.

El billete se llama “Charlie Ticket” y cada viaje vale 2’50 $; averiguamos que pueden viajar varias personas con una misma tarjeta, es decir, multiplicas el importe del viaje por las personas y sólo sacas una tarjeta (esto lo preguntamos en una taquilla), también es la forma más rápida de sacar tickets para varias personas.

En Boston también usamos un barco de la ruta F4, de Charleston Navy Yard a Long Wharf, su precio es de 3 $ y se paga en el barco. Este trayecto lo utilizamos al acabar el Freedom Trail para volver al centro.


PARKING

Solo hemos usado parking en Boston, eso sí es bastante caro. En el hotel nos costaba 40 $ por día, que bueno teniendo en cuenta que estaba en el centro, podríamos decir que no estaba mal. Pero también utilizamos el de un centro comercial unas pocas horas, y nos costó casi lo mismo.

Esta página Parkings Boston es muy útil para localizar los parkings de la ciudad, incluso muestra fotos; y calcula tarifas, que pueden servir a modo orientativo, ya que los cálculos que nosotros hicimos no fueron exactos.

CARRETERAS Y VELOCIDAD

Las carreteras han sido la gran mayoría buenas o muy buenas, con un asfalto impecable, pocas millas nos hemos encontrado en un estado normalito o malo; los pocos tramos de carreteras malas o normales han sido por carreteras locales.

Hemos utilizado GPS durante todo el viaje, y aunque tuvo algún fallo que nos hizo hacer bastantes millas de más; también diremos en su favor, que si no algunos sitios nos hubieran costado bastante más de encontrar.

Seguimos siempre la ruta más rápida, así que utilizamos bastantes millas de carreteras de peaje, decir que la mayoría de los peajes eran normalmente de 1 $ o 2 $; también hubieron algunos de 3 $ o 4 $, e incluso alguno de menos de 1 $. No sabemos la cifra exacta pero calculamos que serían unos 50 $ todos los peajes del viaje. 

La velocidad es un poco bajita y más con el asfalto tan perfecto que te encuentras durante todo el viaje; pero nosotros la respetamos, y bueno así disfrutamos también del paisaje desde la carretera. Las velocidades eran 65 millas/hora (105 km/h) en autopistas, 55 millas/hora (88 km/h) en carreteras estatales, 35 millas/hora (56 km/h) en carreteras locales, 25 millas/hora (40 km/h) en zonas urbanas, y creo recordar también 15 millas/hora (24 km/h) al cruzar cerca de colegios.

Para calcular las rutas utilizamos GOOGLE MAPS y no se porque, pero en este viaje no nos ha calculado los tiempos correctamente, ya que al final siempre nos suponía entre un 20% y un 25% más de tiempo del que habíamos calculando; eso en días que teníamos una ruta de 3 o 4 horas, se notaba bastante. Actualmente siempre calculamos con Google Maps y es la primera vez que nos ha pasado algo así; sólo se me ocurre que como en estos Estados la velocidad es más baja que otros, pues no lo tenga bien.

COCHE

El coche que nos dieron fue un CHEVROLET SUBURBAN, que para 6 personas con maletas no estuvo mal; subimos de categoría una vez allí en el stand de Álamo, ya que nosotros habíamos alquilado un monovolumen. Recorrimos 2.100 millas (unos 3.300 kilómetros) y aunque consumimos alrededor de 450 litros, que dicho así parece el consumo de un autobús o un camión, la media no llega a 13 litros/100km, que para lo que pesa el coche, 6 personas y todas las maletas es más que bien.

Foto: Chevrolet.com

Foto: Chevrolet.com

Día 1: escala en Zurich y llegada a Boston

Por fin ha llegado ese día el que despiertas ansioso y es que te vas de viaje, previamente para no llevarnos ninguna sorpresa, concertamos un taxi, y puntuales a las 7’30 ya salíamos de casa. Habíamos quedado con la otra mitad de viajeros en el aeropuerto a las 8, y como no, puntuales allí estaba el resto del grupo.

Fuimos rápidamente a facturar a la ventanilla de Swiss, y a pasar el control, que en Manises suele ser bastante suave (casi nadie pita); y luego ya sólo quedaba hacer tiempo hasta la hora de nuestro vuelo.


La hora oficial era 9’50 y aunque salió con un poco de retraso, llegó más o menos en hora; el vuelo aunque eran sólo dos horas, se nos hizo un poco pesado porque en la fila de atrás llevábamos a un par de niños insufribles, que no paraban de gritar como posesos y de aporrear el asiento, con el consentimiento de sus padres. El avión estaba bastante bien y además bastante nuevo, al final del vuelo nos dieron una chocolatina que estaba buenísima.

Alrededor de las 11’55 que era su hora de llegada, estábamos desembarcando. La primera tarea era buscar la consigna de equipajes, que siguiendo las señales no fue difícil de encontrar (están muy cerca de los andenes de la estación de trenes), habían 3 tamaños de consigna y creo que cogimos la mediana, que costaba creo que recordar 8 CHF, pero también se podía pagar en euros, la misma cantidad, 8 €. Aunque el coste fue algo mayor porque 8 CHF equivalen aproximadamente a 6’50 €, como no teníamos intención de cambiar moneda, y teniendo en cuenta que metimos 3 maletas de mano y un par de mochilas, la verdad es que no resultó mal de precio.

Justo al lado de la consigna hay un punto de información, donde compramos los billetes de transporte, también se podía pagar en pagar en euros, lo marcan en la pantalla y te muestran la cifra que se te queda en euros. Compramos los de 24 horas, ya que el precio de 2 billetes sencillos, es el mismo que el precio del billete de 24 horas; para ir al centro es necesario el billete zonas 1-3. Cada billete valía 13’20 CHF, unos 11 €.

Antes de bajar a los andenes hay que validar los billetes en unas maquinas amarillas. En casa habíamos impreso los horarios de los trenes que te llevan al centro, en el que ya figuraban las vías de salida; nos costó un poco de encontrar la vía que buscábamos porque había alguna escalera cerrada por obras, pero en un par de minutos ya estábamos en el andén correcto. Una vez en el tren, muy limpio y muy nuevo, en tan solo 10 minutos se llega a la Estación Central, llamada Zúrich HB o Zúrich Hauptbahnhof.

Antes de venir, desde casa habíamos solicitado unos folletos a través de la página web de Turismo Zúrich que también está en español. Lo más habitual es hacer una ruta marcada en el plano, pasando por los sitios más típicos de la ciudad; así que no nos calentamos la cabeza y seguimos la ruta que propuesta; hacía bastante calor, y la verdad era algo que no esperábamos.

Comenzamos la ruta alrededor de la 13’30 y nos llevó unas 2 horas paseando tranquilamente y haciendo fotos; la verdad es que no nos pareció gran cosa, esperábamos algo más.








Casi sin darnos cuenta ya se había hecho hora de comer, y no nos podíamos entretener buscando sitios, así que para acabar pronto y que nuestros bolsillos no sufrieran mucho, fuimos a un Burger King, en la misma estación de trenes; salimos a 23 € por pareja.

Cogimos el tren al aeropuerto y directos a la consigna, luego al control, que pasamos todos sin problemas, y a esperar que se hiciera la hora del vuelo que eran las 17’30. Comenzamos a embarcar con algo de retraso, pero lo hicieron por grupos de filas y fue muy rápido. El vuelo salió en hora, y el avión estaba bastante bien, cada uno con su pantallita individual, con un montón de pelis en español; la configuración era 2-4-2, y nosotros estábamos en la parte derecha de dos en dos. Lo que nos decepcionó un poco fue la bolsita que te dan, que en este caso sólo llevaba los auriculares.


La intención era no dormir más que la siesta, y la verdad es que el entretenimiento del avión daba para mucho, yo me vi un par de pelis (una de ellas “Monstruos University” que es bastante divertida), y también llevaba varios juegos. Para comer nos dieron pollo, que estaba muy bueno, y para merendar pizza y helado, muy bueno también; la verdad es que hay que decir que la comida estuvo muy bien, para ser de avión. También los baños durante todo el trayecto, estuvieron muy limpios, hasta había crema manos y un fluido facial para combatir la sequedad, que a mi me fue genial. Al finalizar el vuelo, un toalla calentita y una chocolatina. Así que en general la nota a Swiss yo diría que notable alto.

Llegamos en hora a Boston a las 19’55, en total algo menos de 8 horas, que con el entretenimiento del avión se hicieron bastante amenas y cortas.

Aunque fuimos rápidos en ponernos en cola para pasar el control de pasaportes, al final no sabemos como, pero fuimos los últimos de todo el avión, eso sí cuando nos tocó, lo pasamos todos muy rápidos y sin ningún problema. Al salir ya estaban las maletas, toda una toda una alegría y más al comprobar que estaban todas.

Después directos a buscar la zona de teléfonos habilitada para llamar a las casas de alquiler de coches, pero nos daba un tono raro y no llamaba, así que salimos a la calle y enseguida localizamos una zona donde paraban los vehículos de las casas de alquiler; cada casa tenía su parada, bueno algunas compartían paradas y bus.

Tuvimos que esperar unos minutos el bus de Álamo, y tardaríamos casi 10 minutos en llegar, ya que hicimos más paradas en las otras terminales. Teníamos alquilado un monovolumen y al vernos con las maletas, el que nos atendió nos dijo que el coche elegido era pequeño para los 6 y las maletas, que necesitamos uno mas grande; nosotros diciéndole que si que cabíamos, el que no, nosotros que nos trajera el monovolumen y decidíamos, y así un buen rato, entre cachondeo y regateo (estaríamos más de 20 minutos). Éramos 6 viajeros y teníamos intención de conducir 5, en la reserva realizada en auteurope, ya teníamos incluidos 3 adiciones, así que nos faltaba uno.

El resultado final fue un CHEVROLET SUBURBAN, que con lo que habíamos pagado al hacer la reserva del monovolumen (582 €) y el suplemento por el cambio de modelo y el conductor adicional que nos faltaba (288 €), nos costó 870 €; la cantidad parece elevada, pero al final el vehículo nos salió a cada uno por 145 € para 13 días, vamos que salimos por persona a unos 11 € al día a cada uno.

Colocamos maletas rápidamente, conectamos GPS y rumbo al hotel, tardamos unos 15 minutos, sin perdernos en ninguna indicación, ni dar ninguna vuelta extra; el trayecto fueron 6 millas (10 km), y pasamos por un peaje que nos costó 3’50 $; llevábamos billetes pequeños y monedas de viajes anteriores, pero en caso de no llevar, tampoco hay que preocuparse porque había una cabina con una persona.

Aparcamos en el parking del mismo hotel, el REVERE HOTEL, y sobre 10’30 estábamos haciendo el check-in, dejamos maletas y rápidos a cenar. Previamente habíamos localizado un McDonald’s que estaba abierto hasta medianoche, y que nos pillaba a escasos 10 minutos andando del hotel; a esas horas había poco donde elegir. La cena nos costó 15 $ por pareja, la mitad de lo que nos costó la comida en Zúrich.

Luego tras la cena volvimos paseando tranquilamente al hotel, y a dormir; mañana ya comenzaríamos a descubrir la ciudad.

Día 2: Boston y partido de los Red Sox

En el hotel no teníamos desayuno incluido así que elegimos un Dunkin Donuts, que nos pillaba a un par de minutos; pedimos diversos cafés y chocolates (pequeños por supuesto) y donuts para todos (que variedad y que stress para elegir); salimos a 8 $ por pareja. Finalizamos el desayuno sobre las 9, buena hora para comenzar al ruta.

Un poco de historia: la ciudad de Boston fue fundada en 1630 por colonos puritanos llegados de Inglaterra; a finales del siglo XVIII ocurrieron varios eventos importantes durante la revolución estadounidense, como la Masacre de Boston y el Motín del té. La ciudad fue sede de la primera escuela pública de Estados Unidos, de la primera Universidad, Harvard College, y de la primera red de metro de Estados Unidos.

La ciudad de Boston tiene una ruta denominada FREEDOM TRAIL que va recorriendo los puntos más importantes de la ciudad, además es muy fácil ya que se sigue una línea roja en el suelo, que a veces son ladrillos rojos y otros simplemente una raya roja; pero ayuda mucho. Se puede entrar en bastantes lugares, la mayoría de pago, pero también hay algunos gratuitos; pero aunque no se entre en los lugares la ruta merece mucho la pena. 


Pincha aquí para ver el mapa ampliado del Freedom Trail.


La ruta comienza en un parque que teníamos muy cerquita, el BOSTON COMMON, una pequeña pero agradable zona verde en pleno centro de la ciudad; fundado en 1634, es el parque público más antiguo del país, se le conocía como “la tierra común” porque fue comprado por varias personas para pastar el ganado hasta 1830.



Lo cruzamos para llegar al siguiente objetivo STATE HOUSE, con una cúpula dorada muy bonita, originariamente era de madera, más tarde de cobre y finalmente en 1874 se cubrió de oro; aquí es donde se encuentran los senadores y representantes estatales, así como el gobernador. Según teníamos entiendo se puede visitar en horario de 10 a 4, pero nosotros sólo lo vimos por fuera, ya que si esperábamos a que abriera nos retrasaba la mañana.



Dando la vuelta a la calle, esta el GRANARY BURYING GROUND que es un cementerio fundado en 1660, donde descansan personalidades famosas de la ciudad, las lapidas eran utilizadas como expresión artística de sus creencias sobre el mas allá, el motivo más popular era una calavera con alas. Horario: 9 a 5.


Muy cerca se encuentra KING’S CHAPEL, originariamente la estructura era de madera y como se quedó pequeña construyeron una de piedra sobre la de madera, posteriormente la desmontaron y la sacaron por las ventanas pieza a pieza. Horario: 10 a 4. Entrada: donativo 1 $.


Paramos brevemente en la FIRST PUBLIC SCHOOL SITE, que fue la primera escuela pública de Boston y también de todo el país, fundada en 1635. Sólo la vimos por fuera, en el jardín hay una estatua de Benjamin Franklin.

Tampoco entramos en OLD SOUTH MEETING HOUSE, que fue una casa de reunión para el culto puritano construida en 1729, más tarde en 1773 tuvo lugar la reunión más importante para tomar una decisión con unos barcos de té, que acabó siendo lo que se conoce como “la guerra del Boston Tea Party”. Horario: 9’30 a 5. Precio: 6 $.


La siguiente parada fue OLD STATE HOUSE, aquí sí que entramos ya que fue un lugar importante es la historia de Estados Unidos. Fue el centro de ideas que dio origen a la revolución americana, en lo alto de la fachada había un león y un unicornio (símbolo de la autoridad real inglesa), que fueron derribados y quedamos después de la Declaración de Independencia de 1776, que fue leída desde el balcón de esta casa. Actualmente es una sala de exposiciones sobre la Guerra de Independencia principalmente. Horario: 9’30 a 5. Precio: 8’50 $. Aunque el precio es algo elevado, decidimos entrar por ser un lugar muy importante en la historia del país, pero es prescindible.




Breve parada en FANEUIL HALL, que se construyó como centro de comercio en 1742. Aquí está la veleta más famosa de la ciudad, un saltamontes; la tradición dice que la veleta fue utilizada en la guerra de 1812 como pregunta para los espías “¿Que hay en la parte superior de Faneuil Hall?”. Horario: 9 a 5. Actualmente son tiendas de souvenirs, allí puedes encontrar bastantes cosas a buen precio.

Muy cerca se encuentra QUINCY MARKET, que actualmente es una zona de bares y restaurantes muy agradable.


Siguiendo la línea roja pasamos por PAUL REVERE HOUSE, esta casa de estructura de madera de 1680, sirvió durante gran parte del siglo XIX como pensión para los inmigrantes irlandeses, judíos e italianos. Horario: 9’30 a 5. Precio 3’50 $. Tampoco entramos.

Por cierto, Paul Revere, fue un patriota de la guerra de la Independencia, recordado por su papel de mensajero en las batallas de Lexington y Concord.

Sin entrar, pasamos por la OLD NORTH CHURCH, inaugurada en 1723, su campanario de 191 metros es el más alto de la ciudad y jugó un papel importante en la revolución americana, el sacristán Newman avisó colgando unos faroles, de que los ingleses avanzaban hacia la posición americana de Lexington y Concord, donde almacenaban la munición. El campanario ha sido derribado por huracanes dos veces, la última en 1954. Horario: 9 a 6. Donativo. No quisimos entrar por no entretenernos.

El cementerio de COPP’S HILL BURYING GROUND, es el de los comerciantes y artesanos que vivían en norte de la ciudad, entre ellos Prince Hall que era el primer hombre libre negro en Boston. Horario: 9 a 5.


La ruta ahora cruzaba el Charles River por el Charlestown Bridge. Llevábamos ya algo más de 3 horas de ruta, sólo quedaban un par de lugares, pero eran los que más separados estaban. A estas alturas del día, habíamos comprobado que era una ciudad con mucha vida, pero bastante tranquila, no habíamos oído ni claxons.

Hasta el siguiente destino había un paseo más largo, el BUNKER HILL MONUMENT, es un obelisco de granito de 221 metros, conmemora que aquí tuvo lugar la primera gran batalla entre ingleses y americanos en 1775, los americanos perdieron la batalla pero los ingleses sufrieron muchas bajas. Pertenece a Parques Nacionales, la entrada es gratuita y se puede subir hasta arriba, hay 294 escalones; se decidieron Alfredo, Santi y Luis; el resto les esperamos bajo tumbados en el césped. Bajaron un poco decepcionados ya que las vistas son a través de unas pequeñas ventanas.




Luego para continuar la ruta tuvimos que volver un poco atrás y siguiendo la famosa línea roja, llegamos hasta el USS CONSTITUTON, que es el buque de guerra a flote más viejo del mundo, botado en 1798 fue conocido como “Old Ironside” durante la guerra de 1812, cuando luchó con un barco inglés y las balas del cañón rebotaban; ello era debido a tres capas de madera de árboles americanos. Horario: 10 a 6. La entrada al barco es gratuita, tienes que esperar un poco porque se realiza por grupos; es visita libre, pero controlan el número de gente que hay en el barco. También hay un museo, pero ya no teníamos más tiempo.





Muy cerca se encuentra el embarcadero de Charleston Navy Yard, donde un barco te acerca al centro al embarcadero de Long Wharf, cogimos el de las 14’15 y conviene saberse más o menos los horarios, porque son cada 30 minutos; el billete son 3 $ y se paga en el barco. El paseo apenas dura 10 minutos, pero es muy agradable y muy bonito.









Habíamos leído que se puede hacer la ruta en 3 horas, pero a nosotros nos llevó más de 4 horas, y eso que entramos a menos sitios de los que nos hubiera gustado; aunque creo que hay gente que no llega a cruzar el río. Toda la ruta es interesante, pero merece la pena cruzar sólo por hacer la vuelta en barco.

Ya era hora de comer y tarde, el plan del día era CHEERS, el de Quince Market (es una réplica), sabíamos que iba a ser caro (además aquí al ser 6 ya nos consideraban grupo y era obligatoria la propina de 18 %), de hecho fue la comida más cara de todo el viaje, pero no nos podíamos resistir a ir a Boston y no ir a Cheers. Pedimos unas buenas jarras de cerveza, uno o dos entrantes, y como platos un poco de todo, entre ellos la hamburguesa estrella “Giant Norm Burger”, y postres. Salimos a 70 $ por pareja, unos 27 € por persona.







Luego volvimos paseando al hotel, tardaríamos unos 20 minutos; nos cambiamos de ropa, ya que había hecho un día bastante caluroso y sin perder tiempo de nuevo en ruta, con destino Fenway Park.

Muy cerca del hotel cogimos el metro en la parada de Boylston, aquella parada era infernal con un calor espantoso y un ruido chirriante, ya que la parada era en curva. Nos costó un montón sacar los billetes porque no teníamos muy claro si podíamos meterlos todos en uno, y la maquina además era un poco liosa, ya que eras tú el que tenías que marcar cuanto dinero querías en la tarjeta, tampoco había taquilla donde preguntar, así que los sacamos de uno en uno; lo que sí aprovechamos fue meter dos billetes en la tarjeta, así ya teníamos el billete de vuelta, nos costó 5 $.

Tras la aventura de los billetes, la aventura de coger un metro, claro era hora punta para ir al partido de béisbol, y los metros son muy antiguos y pequeños, pasaban prácticamente cada minuto, pero iban todos llenos, al final decidimos coger cada uno el que pudiera sino había más remedio y ya nos juntaríamos en la parada de Kenmore que es la del estadio de béisbol; aunque al final pudimos subirnos todos al mismo vagón por diferentes puertas.

El trayecto eran 4 paradas y serían unos 10 minutos pero se hicieron muy agotadores, una porque hacía mucho calor aunque estaba el aire puesto, y otra porque no cabía ni un alfiler. Por fin bajamos y salimos a la calle, que bien se estaba; luego no eran ni 5 minutos, y además no había más que seguir a la gente.

Cuando llegamos al FENWAY PARK quedaba alrededor de 1 hora para que comenzara el partido. Cortan la calle y tienes que pasar un control de bolsos y entrada para acceder a las calles que dan al estadio, una vez pasado el control dimos una vuelta por la tienda, que era enorme, y estuvimos observando el ambiente.






Luego ya pasamos al interior del estadio para buscar nuestra localidad que nos pillaba a la otra parte, pero no nos pusieron ninguna pega en que diéramos la vuelta por el interior del estadio. Al final cuando llegamos a la grada quedarían unos 10 minutos, todavía quedaba un poco de sol que nos daba de frente; lo que nos sorprendió era que a tan pocos minutos del inicio el estadio estuviera tan vacio.

El partido comenzó a las 7’10 y el rival de los Boston Red Sox eran los Detroit Tigers; nuestras entradas eran las más baratas (localizadas en el sector 41) y nos costaron 27 $ comprándolas por internet desde casa, al cambio unos 21 €, un precio que no nos pareció nada caro; nos hacía ilusión ver un partido de los míticos Medias Rojas y además Fenway Park es el estadio de béisbol de Grandes Ligas más antiguo en uso, ni más ni menos que desde 1912.




Celebraban algo así como el día de los niños autistas y salió uno a cantar el himno, que hasta a nosotros nos puso los pelos de punta de la emoción, por internet hemos localizado el video.



El partido nos resultó curioso pero largo y eso que no lo vimos todo, aunque por lo visto a ellos también se les hace largo, ya que hasta la 3ª entrada la gente no llenó el estadio, y luego en la 7ª se empezaron a ir. Para el que no lo sepa decirle, que un partido de beisbol se divide en 9 partes, llamadas “entradas” y que puede durar cerca de 4 horas.

Durante un momento bajamos al baño y a por algo de beber, aunque durante el partido no paran de pasar con infinidad de cosas para comer y beber, pero preferíamos bajar a ver, y nos quedamos de piedra, no veas la gente que había bajo, comiendo y bebiendo, mientras veían el partido en las teles; ¿cómo iba a estar el estadio lleno, si la mitad estaban en los bares?. La verdad es fue curioso bajar, y ver aquel ambiente, tienen bares de comida diferente, bares de refrescos, bares de cerveza, bares de cerveza y vino, y lo que te puedas imaginar. Vendían cerveza con alcohol, costaba 8 $ y  era imprescindible presentar un carnet, pero vamos que aunque tuvieras 60 años lo pedían.

Durante los intermedios no hacen nada especial, pero no paran siempre hay algo, que si reconocimiento a los niños autistas, un homenaje a unos militares, homenaje a un ex jugador, una canción de Bon Jovi que canta todo el estadio; un no parar.

Ese día además uno de los jugadores de los Red Sox, David Ortiz conocido como “Big Papi” en un home run consiguió un record, llegando a 400 home runs y pasando a ser unos de los 50 jugadores con al menos 400 home runs.

Cuando comenzó la 7ª entrada mucha gente del estadio comenzó a irse, nosotros esperamos que acabara la entrada, y en el descanso entre la 7ª y la 8ª nos fuimos, en aquellos momentos el partido iba 16-4 para los Red Sox.



Cogimos el metro para volver, y esas horas ya era más normal, con mucho menos calor y por supuestos menos gente.

Al llegar al centro cerca de nuestro hotel, ya eran cerca de las 11 y a esas horas habían pocos sitios abiertos, pero no queríamos repetir la cena del día anterior, y fuimos a otro de comida rápida llamado New York Pizza, pero este ya era un poco más variado, pedimos sándwichs y pizzas, que junto con las bebidas nos salió por pareja a 13 $.

Y sin demorarnos más al hotel, mañana comenzábamos nuestra ruta de carretera, teníamos ganas de coche, pero la ciudad de Boston de momento para comenzar el viaje nos había gustado mucho.

Por cierto, al llegar hotel vimos el resultado del partido y los Red Sox habían ampliado su ventaja, acabando el partido 20-4.