Día 11: Old Sturbridge Village y Basketball Hall of Fame

Distancia: 113 millas (181 kilómetros).

Hoy no teníamos el desayuno incluido, así que como había que ir en coche, pues ya hicimos el check-out, cargamos las maletas y a las 7’45 pusimos rumbo al DUNKIN DONUTS para desayunar, estaba muy cerca pero ya se sabe que andando es muy complicado llegar a cualquier parte. Pedimos una caja de una docena, que aunque los elijas tu sale más barato (la caja costo 7 $), los donuts y los cafés varios nos salieron por pareja 6 $, vamos a poco más de 2 € a cada uno, y con eso ya teníamos suficientes calorías para unas horas. Y como todos los días sobre 8’30 más o menos en marcha, por delante teníamos poco más de una hora para llegar a nuestro primer destino.



Sobre las 10 llegamos a OLD STURBRIDGE VILLAGE, que es un museo al aire libre que recrea Nueva Inglaterra en la década de 1830; es el típico museo donde el personal va de época y te va explicando los antiguos oficios. Horario: 9’30 a 5. Precio: 24 $, si te suscribes a su página puedes recibir algún descuento, nosotros conseguimos uno de 5 $ en cada entrada, para poder aplicarlo tuvimos que comprar las entradas de una en una, pero no pusieron ninguna pega.

Mapa: www.osv.org


Como ya he dicho, en cada casa te van explicando todo, nosotros entramos en una granja, una herrería, una carpintería, un molino, la iglesia, y algunas casas más. El día era estupendo, soleado y con una temperatura muy agradable, así que el paseo estuvo genial. Nosotros tardamos 2 horas porque no queríamos entretenernos mucho, pero perfectamente podíamos haber estado una hora más.















Luego había que llegar a Springfield, hasta donde teníamos cerca de una hora. Como era poco más de la 1 del mediodía cuando llegamos, decidimos comer.

Foto: www.wins4life-com

En el párking nos comparamos con este Ford, que si el nuestro nos parecía grande, eso ya era exagerado.


Elegimos un restaurante que estaba en la misma explanada del Hall of Fame (que era donde íbamos luego). Se llamaba MAX’S TAVERN, comimos variadito, pasta, ensalada, fish and chips y alguna hamburguesa como siempre; con las bebidas salimos a 41 $ por pareja, unos 16 € cada uno (creo que no tomamos postre porque íbamos con prisas). La comida estaba muy buena, en especial la ensalada que es lo que yo me pedí; y además muy bien atendidos y rápidos, ya que en una hora conseguimos comer.



Y ya tocaba el turno a uno de los lugares más esperados de todo el viaje BASKETBALL HALL OF FAME, este museo dedicado al baloncesto se inauguró en 1985 (antes había otro más pequeño). La visita comienza en la cima del edificio donde están las fotos de todos los que han entrado en el museo. En el nivel intermedio las exhibiciones históricas. Y en la planta baja una pequeña cancha de baloncesto donde puedes jugar. Horario: 10 a 4. Precio: 19 $, de la página de Turismo conseguimos unos descuentos que eran compra una entrada y la otra a mitad de precio, pero al final nos salió mejor porque nos hicieron un 2x1, así que la entrada nos salió por 10 $ a cada uno.



Por delante tendíamos dos horas, pero se hicieron cortas, ya que para el que le guste baloncesto hay mucho que ver. Esta foto es del museo por fuera, pero no es nuestra ya que entramos tan rápido que ni lo pensamos y al salir se nos olvidó.

En el piso de arriba están las fotos de todos los que han entrado en el Salón de la Fama, con algunos recuerdos históricos.







En el piso intermedio hay varios juegos interactivos, y también muchos recuerdos, como camisetas, anillos, estatuas de diversos jugadores, un pequeño set de televisión, unas viejas taquillas de unos vestuarios, etc.










La planta baja es una pista donde se puede jugar todo el rato que quieras, hacer mates a diversas alturas, y también en una pared con la evolución de las canastas.










Y esta es la foto que nos hicieron al entrar.


En la tienda estuvimos un ratito ya que no cerraban a las 4, simplemente esperaban que los que salían del museo a la hora del cierre, terminaran sus compras.

Todavía nos quedaban un par de cosas por ver en esta ciudad, así que al coche, y en 10 minutos ya estábamos en la SPRINGFIELD ARMORY. Horario: 9 a 5. Aunque nos iba a dar tiempo de ver poco, aprovechamos que era gratis, para pasar aunque fuera un momento, y así fue, cuando llegamos quedaban 10 minutos, la chica de la entrada nos dijo que si sabíamos que cerraban en breve, y nosotros le dijimos que sí, aprovechamos para preguntarle que era lo más importante. Y la verdad es que la colección de rifles imitando un órgano es curiosa.





Volvimos a coger el coche para ir muy cerca a un pequeño parque SEUSIAN YERTLE GARDEN, aquí en España el Dr. Seuss no es conocido, pero en Estados Unidos es muy conocido por sus libros infantiles (sus personajes mas conocidos son: el Grinch, Lorax, el Gato del sombrero). Aunque estaba cerca nos costó un poquillo de encontrar (cerca de Merrick Park y St Michaels Cathedral); nosotros conocimos al Dr. Seuss en el parque Universal Studios de Orlando, donde tiene una zona dedicada a sus dibujos. Unas fotitos y al hotel.





El hotel lo teníamos a unos 20 minutos, y estaba en otro estado, Connecticut, llegamos a las 6’30 y dos nos dieron dos habitaciones juntas y la tercera no es que no estuviera junta, es que estaba en otro edificio; misteriosamente al reclamar conseguimos tener las tres habitaciones juntas.

Un ratito de descanso y a 8 cogimos el coche para ir a cenar a otra franquicia nueva RED ROBIN, muy famosa por sus hamburguesas (que raro); nos pedimos unos aros de cebolla como entrante y esta vez todos pedimos hamburguesas; junto con las bebidas y los postres salimos a 47 $ por pareja, unos 18 €.





A las 10 y poco como suele ser costumbre ya estábamos en el hotel.

2 comentarios:

  1. Me agota lo de la fast food de los norteamericanos, pero es que hay veces que no queda más remedio que comer porque no te dan otra opción. Nosotros decimos que comen como niños.
    Muy chulo todo.

    ResponderEliminar
  2. El fast food a mi tampoco me gusta nada, pero es que en los restaurantes siempre hay lo mismo, hamburguesas y mas hamgurguesas, sandwichs, wraps, ensaladas (que a veces son una exageración) y alguna vez algo de pasta; acabamos comiendo siempre lo mismo y a mi me aburre. Cuando fui a la Costa Oeste no me quede con esta sensación, no se si porque era el primer viaje a USA y esperaba comer tan mal que me mentalice, pero no volví con esas sensación. Con lo bien que comimos el año pasado en las Repúblicas Bálticas, una delicia.

    Saludos. Cati.

    ResponderEliminar