Tras el viaje

Aunque no fue el destino que inicialmente nos habíamos planteado, que era Nueva York, la ruta que al final hicimos nos gustó mucho.

BOSTON es una ciudad que tiene algo, no sabría decir que es pero que hace que te guste desde que comienzas a recorrerla; pero la gran belleza de esta ciudad es verla desde su río o desde la bahía.



Fue toda una experiencia ver un partido de beisbol de los Red Sox, y poder observar como es para ellos el vivir un partido.


Nos quedamos con las ganas de ir a un sitio que se llama Mapparium, ya que nos fue imposible cuadrarlo en el planing los días que estuvimos allí. Es como ver la bola del mundo desde dentro.

Foto: www.marybakereddylibrary.org

Preparar una ruta por la zona de Nueva Inglaterra es más laborioso de lo que parece, porque a medida que comienzas a investigar cada vez encuentras más sitios que quieres ver, que no sabías ni que existían.

En el estado de Nueva York está la zona de los FINGERS LAKES, una zona que se ve muy tranquila, con muchos lagos; de los lugares donde a uno le gustaría ver más cosas y quedarse unos días a descansar.

       

La zona de las GREN MOUNTAINS y las WHITE MOUNTAINS, inicialmente era una zona de paso simplemente para llegar al estado de Maine, pero nos llevamos una grata sorpresa, sobre todo con los puentes cubiertos y la carretera panorámica.




El estado de MAINE es bastante grande y que tiene gran cantidad de naturaleza y bonitos paisajes, BAR HARBOR es un pequeño rincón del estado, pero muy bonito. No hay que olvidarse de su extensa costa, llena de faros; nosotros vimos unos pocos, pero no nos hubiera importado ver algunos más.





Rematamos el viaje volviendo hacía Massachusetts y con un parque de tracciones, SIX FLAGS, donde las grandes montañas rusas son las protagonistas. Y también el BASKETBALL HALL OF FAME, un lugar que los amantes del baloncesto no se pueden perder.



Según el ordenador del coche fueron 3.380 kilómetros (2.100 millas) y 56 horas en el coche, que ya son horas. Algún día se nos hizo un poco largo, pero ya se sabe que en este país las distancias son grandes y si se va a recorrer varios estados, las horas en el coche están aseguradas.



Un viaje, en el que como siempre cada uno tuvo su papel y su función, uno conducir, otro copiloto, otro traducir, otro entretener contando sus siempre divertidas historias, y las chicas la documentación del viaje y las reservas.

Todo viaje tiene una frase que se repite y la frase de este ha sido “Quico que pone ahí”. Es lo que tiene ser el único del grupo con un nivel de inglés muy alto.

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